jueves, mayo 21, 2009

Exilio_Ebnu


A Mario Benedetti


Mi exilio es casi congénito,
como el perenne eco de las montañas del Tiris.
El viento sacude mi jaima de plegarias gastadas,
pero rezo mirando a lo lejos, como siempre, por donde se vuelve.

En el horizonte se levanta otra tormenta
y estoy preparado.

Cada día mi exilio es más grande y más ancho
como mis sueños, como la esperanza del regreso.

Al borde de la puerta siempre tengo el equipaje.
Aunque el equipaje me cabe en un bolsillo,
como la arena que llevo en los pulmones.