Me dice el sol cada mañana
levántate,
te doy mi calor,
inundaré de luz tu pequeño mundo.
Y orientaré tu mirada
hacia una nueva mañana
de esperanza.
Meceré tu cuerpo de niño
en mis cálidos brazos
hasta que duermas.
Y mañana,
como cada mañana,
te diré levántate
y te volveré a dar mi calor.
Y así
hasta el fin de tus días.
Haz que mi luz
no se derrame en vano.
Luali, y los niños de Farsía y Mahbés, 21 de marzo de 2011, en “La curva” de El Nido de Bubisher