Si todavía no sabes cómo respirar
propongo anduvieras
por los vericuetos
del camino de la libertad.
Márchate.
Atrinchérate.
Sigues.
Prosigues sin mirar.
Sólo basta que aprendas a
respirar.
Determinación.
Fuerza.
Libertad.
El resto que vislumbras;
no te engañes
ni te deslices
en ajenos brazos.
Agua no es
espejismo.
Sólo es espejismo
todo lo que ves.