Las tristes tinieblas arderán
en el nombre de la mitología de los hombres desnudos
con la virtud de la inocencia.
Ya no se apaciguará la lámpara encendida
que se transforma lentamente en una luz rebelde y sabia.
Iluminará el trayecto hasta el final.
Pero volverán a surgir los hombres vestidos con palabras
que el viento transforma en un enorme eco lleno de libertad.
Desaparecerá la represión de los que oprimen,
porque el llanto de la rabia será el grito de la alegría.
Del libro "Aaiun, gritando lo que se siente"
martes, septiembre 26, 2006
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