lunes, junio 20, 2016

Una mañana en un cementerio (descanse en paz Mohamed Abdelaziz, presidente saharaui), de Ali Salem Iselmu


Hay un cementerio de piedras,
los nombres de sus difuntos,
aparecen esculpidos sobre la tierra,
un cementerio de kilómetros,
donde la vista se pierde
detrás de la aurora.

Niños, mujeres y hombres,
yacen enterrados,
debajo del fuego de las piedras,
el siroco entierra y desentierra,
la historia de cada uno.
Hay exilio en sus tumbas,
ellos ya no volvieron
otra tierra acoge sus cuerpos
en el interior de su seno.

Nadie hablará de ellos
son anónimos
como su hijos,
víctimas colaterales del destino,
solo existen en la memoria
del desierto y las arenas.

Y los que se acercan
a orar, cerca de sus tumbas,
se llevan un puñado de arena
para esparcirlo en el viaje del viento
en el viaje de la esperanza,
ellos son testigos mudos
de un mundo desvencijado,
un mundo derrotado
que no ha podido devolverles su tierra.


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