sábado, junio 23, 2007

Puedo volver_Limam Boicha


Mientras no reconozca
los ruidos y los sabores,
el refugio cálido
y la raquítica sombra del verano.

Puedo volver.

Mientras no entre
en el círculo de la fogata
y camine sobre las espinas,
y pruebe el sabor de la leche,
caliente y espumosa.
y aprenda los nombres
de los Corazones Inmortales.

Puedo volver
al pozo donde bebí
el primer sorbo de la memoria.

De la antología "Um Draiga"

lunes, junio 11, 2007

Perdón_Chejdan Mahmud



Al amigo pido perdón,
a mi madre,
a esa persona sensible:
mi querida amada.
A mi buena intención
también se lo pido.
Y es que me he deslimitado,
diciendo mal de lo incierto,
sobreponiendo sentimientos innatos,
y valorando sin fe a la gracia divina.
Y pido perdón,
porque no sé hacer reír,
ni con la magia de los gestos
ni con el consuelo
de las hermosas palabras.
Soy infame, grotesco;
por eso pido perdón al navegante,
que en el mar de la poesía
hunde ancla
para saborear palabras.
Palabras que han de ser útiles.

miércoles, junio 06, 2007

Cubana_Mohamed Salem Abdelfatah, Ebnu



Cuba,
Te recuerdo mojada
Lehbib


El huracán
levanta las enaguas
de tu vieja ciudad que despierta.

La lluvia
enviste la firme geografía
de tu cuerpo insular.

Canta el malecón.
Baila la ceiba.
Hablan los caracoles:
¡Se suspende mañana!

Tu cintura
suda otro domingo
de carnaval entre las olas.

Mientras me evaporo
bajo las alas blancas
de un mosquitero de yagua
listo para morir entre
la humedad de tus muslos de primavera.


Mohamed Salem Abdelfatah, Ebnu


Del libro "Voz de fuego"

domingo, junio 03, 2007

El grito desahogado_Chejdan Mahmud

Un drama que se ha inscrito
en los sospechosos cuadernos
de la órbita mandamás.
Hoy se revuelca en las aceras
de la ciudad de los manantiales.

Va y viene el alma incansable
Buscando, a cualquier precio,
la paz de los sentidos.

De una bocacalle ingrata
o una avenida traidora
salen, como moscas en bandadas,
los militares de la discordia
y riegan con sus armas
la intranquilidad del turbio aire.

El drama del Sáhara
sigue impoluto en las ineficaces
lenguas y miradas ajenas.

En tanto
nuestra sangre,
derramándose aquí y allá
seguirá,
por la gran razón inalienable
de pasearse entre las brisas
de un auténtico aire saharaui.

Olor a incienso y miradas beduinas
surtirán, entonces, nuestra vida,
arraigadamente nómada.