miércoles, abril 21, 2010

En la ciudad del viento_Fatma Galia


En la ciudad del viento,
veo lo que nadie ve,
siento lo que nadie siente,
lo digo, lo repito con
el viento y no me arrepiento

El desierto me hace sentir
como una princesa
en la ciudad del viento.

En la ciudad del viento,
hay palacios de piedras
y castillos de arena,
como en los cuentos de hadas.

El desierto me hace sentir
como una princesa
en la ciudad del viento.

Ando descalza sobre una alfombra de arena,
suave como la seda
y dorada como el ORO.

Vivo bajo un cielo
grande e inmenso,
cubierto por un velo azul,
azul como el mar.

En la ciudad del viento
la libertad nació sin dueño.
En este horizonte lejano y sin límite,
como un sueño,
cuando posa la mirada,
la vista navega libremente.

El desierto me hace sentir
como una princesa
en mi palacio de lona,
rodeado de espejismos,
como cascadas y fuentes de agua,
que se deslizan de las montañas…
espejismo brillante, con destellos,
como el diamante que
brota de repente
desde el fondo
de la tierra…

Tierra, yerma y querida,
madre del fuego,
del aire, del frío, del silencio,
del nómada y del viento.

El desierto me hace sentir
como una princesa
en la ciudad del viento.

El sol, mi hada madrina,
cada día me quiere,
me guía y me protege.

La luna, mi espejo mágico,
que me escucha,
me mira y me mima.

Las estrellas, luces de vecinos
y pueblos de princesas,
cercanas y lejanas,
cada noche me iluminan,
me vigilan y me amparan.

El desierto me hace sentir
como una princesa
en la ciudad del viento.

En la ciudad del viento
veo lo que nadie ve,
siento lo que nadie siente.

Lo digo, lo repito
con el viento y
no me arrepiento.

El desierto me hace sentir
como una princesa
en la ciudad del viento.