jueves, junio 18, 2015

El mundo de los ignorados_ Ali Salem Iselmu

Lo han matado,
como han matado a otros.

Lo quieren encerrar en el cementerio del olvido,
pasar página,
mirar hacia otro lado,
después de dejarlo sin vida.

los culpables pasean impunemente
mientras una madre expone su cuerpo
al hambre y al dolor.

Nadie se acercará a escuchar su clamor,
las cámaras miran hacia otro lado
y los medios de comunicación
envueltos en su desidia
ignoran el asesinato de Haidala,
ignoran la huelga de su madre.

No hay derechos humanos,
ni individuales,
ni políticos,
ni sociales.

Son saharauis,
los saharauis
no existen en la crónica de los sucesos
son parte de otro mundo
el mundo de los ignorados.


domingo, junio 14, 2015

Como nudo de ombligo_Salka Embarek

Poema: Salka Embarek / Foto: Juanjo Miera
 (En recuerdo de Mohamed Lamine Haidala... 
Donde quiera que hayan enterrado tu cuerpo)

Cuando azulada la mordida
insista con sus dientes del miedo
habrán tendido tu alma compartida,
sin saberlo,
en el ardor del cielo.

Con torpeza buscarán
entre todos los cuerpos,
tu cuerpo,
lanzado mil veces
bajo piedras doradas de la patria,
que recoge honrada tu duelo.

La malicia no sabe
cómo dar la noticia
de tu huella perdida,
perdida tu carne y tu sangre
en sus listas nocturnas,
de habitados nombres
que son nuestros.

Hemos visto resolver sus quejas
con tu dinero,
complacer su enfado a golpes
sobre el largo de tu espina medular,
hemos sabido de tu arrojo
y de tu invierno
el que pasa y pasará,
acreditando lo cierto
de nuestra primavera.

Yo digo,
mientras que tu mano insista
en la promesa de alcanzar
todos nuestros sueños,
y los motivos no sean
ya de la justicia
lacerantes adornos sin peso,
mientras tu certeza
sea tan mía como nudo de ombligo,
la voluntad te entrego,
mi revolución,
espero.

lunes, junio 01, 2015

Los pozos de la vida_Zahra Hasnaui



Donde la arena huye del agua,
los pozos abren su boca
a brocales inexistentes,
para regar la inmensidad de leyendas,
y de asardún, askaf, um rukba, ataf, 
nitrarias retusas, su fruto rojo, el aghamis,  
en acantilados dorados y aguas añiles.  
De habas de chacal en Udian el Fula,
de habaliyas, las retorcidas, 
o um lejreisat, temidas por los camellos,
de fagonias que aglutinan arenas,
de desdeñadas tazias. 
De aristida plumosa, nsil,
pasto veraniego en Adrar Setuf,
en el pozo de Zug, en Tiris.
Donde la agaya
prefiere los terrenos salinos y húmedos
para nutrir  de sodio las dietas lácteas. 
La trisetum pumilum, o ehshashite lehmar,
regala pasto a plateros zemmureños. 
La calligolum comusum,
o artá en Bir Enzaran,
lumbre de hogar,
jabón natural
de cueros ajados. 
El gueddam, cuerda ancestral
de cestas paneras artesanas.  
Legtaf, atriplex halimus,
en el Pozo Aridal y el Pozo Tuf,
brote esquizofrénico en camellos,
colorante verde para las tejedoras.
El damaran, en El Aaiún y El Argub,
cuya yesca calienta las noches frías.
Las semillas del afzu
que reúnen a los frig
en Bir Mogrein, Uad Egneigat. 
El desierto,
donde la fagonia hospitalaria
abre su flor al peregrino vespertino, 
donde la arena se convierte en humo
y la montaña en tambor. 


Zahra Hasnaui para el blog ¿Y dónde queda el Sahara?, de El Pais. Ilustración de Roberto Maján