viernes, noviembre 27, 2009

Aminatu, la libertad_Ebnu


Hoy, querida hermana, estoy triste, como ayer.
Quiero que sepas que estoy sentado a tu lado,
leyendo los versos que nacen de tu nombre.
Que te miro a los ojos y veo la luz que brillará un día,
y el fuego que arderá para darnos calor,
y el resguardo que protegerá la ciudad que brota de tu mirada.
Hoy, querida compañera, estoy triste, como ayer.
Pero he visto la paz que mana de la firmeza de tus manos,
de la decisión irrevocable de ser saharaui hasta la muerte,
y de tu seguridad en que volverás a El Aaiún, firme la voluntad y alta la frente.
Te acompaño con mi voz, te doy mi canto, te doy mi corazón.
Quiero que sepas que mis cinco oraciones de cada día
comienzan y terminan con tu nombre, Aminatu.

Mañana es la fiesta de la ausencia.
Mañana es silencio tenebroso, cabizbajo.
Mañana es otro día sin patria, un amanecer sin hijos, un despertar sin madre.
Mañana es un día muy triste, como ayer, mañana es un día más sin libertad.

domingo, noviembre 22, 2009

Aminetu, la heroína de la libertad


Decidió sentarse en un limbo
exigir su libertad
romper las cadenas del muro
acabar con la hipocresía de los cobardes
invitar a los valientes
para que abran sus brazos.

Sus pequeñas manos
sus ojos diminutos
su cuerpo menudo
envuelto de esperanza y libertad.

Miró a las lágrimas del mar
y abrazó las dunas del Sáhara.

Ella volverá, llena de sueños
derrumbará la cadena de los verdugos
y gritará con la impotencia de su cuerpo:
dejar que el siroco abrace Lanzarote
dejar que vuelva a El Aaiun
el siroco no morirá de hambre
morirá en la cárcel de la ignominia
y el crimen perfecto.


Ali Salem Iselmu

domingo, noviembre 01, 2009

Soy el Sahara_Salka Embarek


Seré guerra
y cuando sea necesario, seré paz.
seré la paz de la guerra
y el límite entre ambos
lo marcaré yo.

Que no vuelvan a llamarme fanfarrona,
que no vuelva ningún ministro
a provocarme,
que durante los años de mi tragedia,
ya le derribé algunos muros
y logré hacer caer sus falsos estandartes.

No hay gobierno usurpador,
ni cruel,
ni rey tan soberano
que pueda mirarme a los ojos,
y negarme que es culpable.
No podrá porque no ha olvidado
las veces que le he enfrentado,
le he descubierto y ganado.

Mírame bien,
porque el timón está en mis manos,
y el viento sopla a mi favor,
no seré yo la que tema,
no seré yo la que pierda,
ni oirás mis palabras en vano.

Ya soy vieja,
treinta y cuatro años han pasado
pisando mi cuerpo,
bajo metros de tierra enterrado.
Más de treinta años han dejado
en mi boca sabores amargos,
algunos ya no los siento,
otros se han vuelto brazos,
de líderes desconocidos,
de mujeres en esperanza,
brazos de mártires que vuelven
extendidos a la superficie,
acudiendo a mi llamada,
al de esta vieja que soy yo,
y que ahora vuelve joven
y renovada.

Que no me llamen fanfarrona,
porque mis hijos le responden,
que mi voz no es una sola,
soy el Sáhara,

ESCUCHA BIEN MI NOMBRE.

Por un Sáhara libre,
Salka Embarek