Evidente que el tiempo es traicionero,
no es eterno
porque allá eran nuestras acampadas
en Ayuer, Tartag
y allá otras hoy desiertas en Agzumal.
Ya no hay hogueras ni comidas a servir
en las dunas,
y ya no se ven libres rebaños, ni aquel amor
a sus anchas
en pequeñas dunas.
Y ya no se ve la más hermosa en lefrig
ni fortunas de rebaños.
Los veranos se hacen duros y su invierno
se viste de imposible.
Y sobre los montes del Camun extraños son
los nombres
de Agzaf, Fez y Meimun,
y aún es más extraño Mammas, que
no conocíamos.
El alma de ayahfun que rozan los vientos
del norte y mi amor
ya no ven el blanco brillo de la jaimas
cerca de pozos,
y los manantiales ya no dan para abrevar cabras
ni camellos
y mi amor se priva de ver arbustos de Atil ni huellas
de gacelas en los montes.
*Traducido del hasania por Bahia Mahmud Awah
1 comentario:
Como maneja los versos, como goza en las profundidades de la historia, si el destino no es nuestro no sera el equivocaciónnnnnnn
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