A veces llega hasta la almohada
Me susurra en su lengua de jeroglíficos
Me despierta.
Abro los ojos y receloso se aleja.
Lo veo detenerse en el umbral de mi silencio
Y escucho nítidamente su canto de sosiego.
Mi corazón empieza a vagar por las costas
Y se remoja los pies descalzos
En las olas atlánticas de la paciencia.
1 comentario:
La calma, la esperanza y la puerta a la libertad, todo eso he visto en un sueño contigo, gracias.
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