sábado, agosto 05, 2006

Reflexión_Ali Salem Iselmu



El tiempo se impacienta de agonía y dolor
mientras las frías noches se conservan en cada
esquina.
La larga peregrinación penetra en el nuevo milenio.
Nuestras almas se alimentan lentamente de hermosas
visiones.
Quiero contener la calma sobre ese olvidado pecho
dibujar sus encantos para deshacerme de la desdicha
empujar con fuerza para alcanzarte y nunca volver los
ojos hacia atrás.
Vivir la evasión de los días en busca de la bondad de
los recuerdos
para contemplar mi arraigada memoria.
Pero no levantar las montañas para ver las infinitas
estrellas
si no recordar, porque en cada recuerdo
hay un sueño sobre el cual descansa mi alma.
Enlazar la fuerza para alcanzar la inseparable línea
del camino iniciático de la vida.
No ver más pastos hasta darme cuenta de cómo fue la
última lluvia
que quiso remediar la existencia de un desierto
convertido en una hermosa sabana.
Saber que la alegría es un remedio de cada instante,
es un escape y no una delegación de cada sonrisa
percibida después de una profunda lágrima.

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