domingo, noviembre 11, 2007

Ojos_Zahra Hasnaui



Miró
al sultán
la sultana
aunque sólo
la mitad veía.

Y llevada por
medias lunas habló
de esperanzas partidas,
remendadas,
de muñecas rotas,
acicaladas,
de perros ladradores
sin eco, sin nada.

Miró
el sultán
a la sultana.
Tras la negrura
vio asomarse
la luz de las llamas.
Y comprendió.
Comprendió
por qué se escarchan
las cosechas
en tierras prestadas.

Jeyik, ya Sultana Jeya, jeyik.

Dedicado a Sultana Jaya

2 comentarios:

mabel casas dijo...

me sumo al homenaje
y al grito de este pueblo que busca su espacio su libertad y forma de organizar su subsistencia como todo ser humano merece
saludos

Mario Baracus dijo...

Excelente poema, pero tengo una pregunta sobre el vocablo "jeyik". ¿qué significa? Nunca lo había escuchado ni leído y me interesa mucho.
Gracias de antemano y muchos saludos.